La vida en ciclos y temperaturas

El sabado pasado entre a un lavanderia, despues de mucho tiempo de no haberlo hecho, acaso unos 10 años desde la ultima vez que un viaje fue lo suficientemente largo para tener que realizar visitas rutinarias a estos lugares. Esta vez fue una cobija con olor a perro la que me hizo ir en busca de un aparatejo de "mayor capacidad".

Al menos en esta a la que fui, todo se ha "modernizado", hay una " red" de lavadoras controlada por un sistema (me cae!) que me imagino que no tiene mayor fin que permitir que la dueña del establecimiento no pierda el sueño pensando en cuanto le roban sus empleados. Y practicamente toda la fauna que ahi lava sus intimidades es masculina, la mayoria con pinta de ejecutivos de alguna empresa en su dia de descanso, aunque si pude por ahi encontrarme con algun profugo de las glorias de Mexico 68 y Avandaro, con huarache, paliacate y sus canas en una colita. Fue de agradecerse que no hubiera television a todo volumen, aunque la mayoria de las revistas eran de chismes (la infaltable "quien", anunciandonos la paternidad de nuestra estrellita cinematografica). Y pues ahi estuve entre ex mariguanitos y aspirantes a yuppies esperando que el pobre chavo resolviera un problema con la red que nos impedia acceder a limpiar nuestros trapos, mas de uno se marcho con sus garritas empapadas, emberrinchado por el tiempo perdido.

Las lavadoras ahora tienen un reloj contador para que te quedes como baboso viendo como se consumen los segundos (y calculando el tiempo que falta para poder marcharte)en vez de hipnotizarte con el vaiven del agua y el jabon, tal vez seria buena idea que les pusieran un banner en donde pasaran las noticias...