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lunes, 3 de octubre de 2016
Casa Tomás
El sábado vi como un bato le dio 50 pesos a un artista callejero para que se “fuera a cantar a otro lado” y lo dejara seguir disfrutando de su velada en la terraza de un restaurante español. Yo estaba en la mesa de al lado y tuve sentimientos encontrados, por un lado el artista era la cuarta persona que llegaba a pedir o vender algo a los que estábamos en el restaurante y pues si es un poco inoportuno. Por otro lado, quienes tenemos el privilegio de tener lo suficiente hasta como para ir a un restaurante en sábado por la tarde mínimo deberíamos aguantar vara de que estas cosas ocurran.
El artista solo se movió un par de pasos, se veía que le molestó el asunto y le tomó por sorpresa, el compa puso cara de encabronado cuando el artista comenzó a cantar de nuevo.
Yo estuve tentado a darle 100 pesos para que cantara más fuerte, pero mi cabeza era un remolino de ideas encontradas.
jueves, 6 de septiembre de 2012
Reunión y mas grupones
Reunión anoche en Chili’s con dos viejos compañeros de trabajo, un tercero nos dejo bien plantados, aunque no es raro en el. Chismes de oficna y viejas anecdotas. Vale la pena hacer esas reuniones de vez en cuando.
Coffee Square.
Cambie otro Groupon, y sigo comprando. En esta ocasión era de un lugar que ya conocía y que de hecho me gusta, una cadena relativamente nueva llamada “Coffe Square” con un concepto relativamente parecido a Starbucks, aunque sirven café Illy, lo cual podria sumarle o restarle atractivo para algunos. Probablemente sea su objetivo el que que en las mañanas el lugar este ocupado por personas que andan buscando un wifi spot comodo y barato para trabajar o tener alguna reunión pequeña, de hecho, al menos la sucursal que queda relativamente cerca de mi casa esta integrada con una papeleria de autoservicio (Paper City), grande aunque mucho mas pequeña que un office depot. El cupon (olvide su costo) incluia 3 sandwiches, 2 bisquets y 3 cafés, desayuno sufciente para 3 personas aunque solo acudimos dos (rechazamos un café y nos llevamos un sandwich a casa. Todo muy rico, aunque ciertamente mas indicado para una pausa de trabajo (o comer mientras trabajas) que para ir especialmente s desayunar a ese lugar, aunque esta muy bonito, tal vez la sensacion de oficina es por que acudí un lunes por la mañana (recuerden que el lunes pasado fue dia del trabajo en USA, asi que tuve una mañana muuuy tranquila).
Y hablando del dia del trabajo. Alguien sabe por que los americanos no lo festejan el primero de Mayo? Aparentemente el resto del mundo lo festejamos por unos obreros martires en Chicago. ¿Cómo es que en todo mundo reciben reconocimieto excepto en su pa’is? Tal vez tiene algo que ver con ideas socialistas no muy aceptadas por nuestros vecinos. Sepalabola.
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misterios charros
viernes, 31 de agosto de 2012
Dentista, Aniversario, Scrubs, Tears for Fears
Ya estoy
harto del dentista, pero parece que aun quedan unas 3 visitas más, consecuencias
de no haber ido en 4-5 años. Aparentemente necesito una maestría en cepillado
de dientes ya que me he estado haciendo daño, al parecer por exceso de energía
Esta noche
festejaremos nuestro 11 aniversario y finalmente pagaré la invitación que le
hice a la wera desde su cumpleaños hace casi 3 meses, el tiempo nos ha pasado
volando, supongo que esa es buena señal, conozco parejas más “formales” que han
durado mucho menos. Anoche retomamos
nuestro “propósito único de año nuevo 2012” que era ver las 9 temporadas de “Scrubs”
antes de que termine el año, con tristeza reporto que llevamos unos 3 meses
atorados en la 7, supongo que es una fiel señal de lo que le ocurrió al publico
original de la serie. Seguiremos reportando.
A falta de
algo mejor que contar los dejo con un playlist de Tears for Fears para amenizar
su inicio de fin de semana. Que les sea leve.
jueves, 30 de agosto de 2012
Intouchables
La
clinica en donde me hicieron la endodoncia lleno mal unos papeles del seguro y
ayer tuve que ir de nuevo a firmarlos. Aprovechando la vuelta, pues Ange y yo
decidimos meternos al cine, en la mismisima tarde de nuestro aniversario 11. La
pelicula elegida fue una de un tour de cine Frances que anda en las carteleras
de la ciudad. Nos encontramos a Alvaro y la idea era entrar todos juntos pero
su acompañante no alcanzo a llegar a tiempo. Tambien vimos a Pablo ya Joshua,
viejos amigos de tiempos que hora parecen muuuy lejanos.
Intouchables
es una comedia ligera/sentimentaloide a medio camino entre “Mar adentro” y “The
bucket list”, funciona en gran parte por la simpatia de sus protagonistas, ya
que el guion muestra varios huecos y lugares comunes. Aún asi es muy divertida,
aunque no aplica la maxima de “al menos es un cine diferente al gringo”, la
verdad es que el ritmo de la peli no difiere mucho de una comedia (fina)
americana. El titulo esta escrito en Frances pero el significado es exactamente
el que uno piensa cuando lo lee (Untouchables).
jueves, 23 de agosto de 2012
ParaNorman
Visitas al dentista agendadas durante unas 4
semanas más, probablemente una de las actividades mas odiadas por todos los
seres humanos. Al menos ayer me dieron la oportunidad de meterme al cine para
esperar a que pasara la anestesia que me tenia hablando “de ladito” como nuestro
exgobernador Carlos Rivera Aceves. La wera y yo nos dimos la oportunidad de ver
ParaNorman una comedia animada hecha por
el mismo estudio que creó Coraline
una peli que en su momento me pasó completamente de noche pero que hace apenas
unos días vi por consejo de Gwyn. ParaNorman es mas orientada a la comedia sin
dejar de lado el “mensaje a los niños” que todos los animadores tienen que
incluir para calmar a las buenas conciencias americanas. Aun así la peli se
deja, principalmente por una trama simple que ocurre prácticamente en una
noche, muy en la tradición de pelis como “La Noche de los muertos vivientes” o “Gremlins”
inclusive. Al estar producida por los estudios Universal, se dan el lujo de no
solo hacer referencia sino también utilizar la estética de muchas películas de
horror clásicas de la época dorada del genero. Los créditos usando este tipo de
imágenes y al ritmo de los White Stripes bien merecen quedarse sentado algunos
minutos más.
La mala noticia es que las siguientes visitas
al dentista no serán cerca de ningún cine. L
viernes, 17 de agosto de 2012
Groupones
En los últimos
meses me he aficionado un poco (hasta eso, muy leve) a acumular groupones para a)
Asegurar una salidita en alguna tarde
que las finanzas no lo permitan del todo b) Conocer lugares a los que no se me hubiera
ocurrido ir. Y este segundo motivo el
que mas me ha divertido hasta ahora; he
conocido algunos lugares de los que me volví fan (Las Hamburguesas Cambden Town,
el Next Door) y también algunos mas bien
intrascendentes.
Creo que en
general los restaurantes que recurren a
este medio de promoción lo hacen ya sea por que son nuevos y quieren darse a
conocer o por que están atravesando un mal momento y quieren intentar reavivar sus
ventas. Nunca veras un Groupon de La Matera, por ejemplo.
En las últimas
24 horas hice uso de un par de cupones que estaban cercanos a vencerse; les pasó
mis impresiones rápidas gourmette
wannabe.
En su
pagina de Facebook es ya evidente que le falta un poquito de personalidad/definición
al lugar , se anuncian como un lugar de “Barbacoa-Hamburguesas-Cocina Griega y Mediterránea-Cocina Italiana",
pensándolo bien me recordó un poco al menu con el que inicio el Zaza y pues un
lugar así no esta nada mal si vives a media cuadra y te gusta salir en chanclas
con algún libro bajo el brazo, pero para hacer una visita desde mas lejos, pues
difícilmente pensaras en el. El lugar esta a un costado del templo de Santa
Rita, a apenas media cuadra del corazón de una zona gastronómica de bastante éxito
y uno de los lugares mas típicos de la ciudad. Sin embargo luce solo, oscuro,
un poco desangelado. La decoración tampoco parece decidirse por ningún estilo.
El Groupon adquirido incluía una pizza, ensalada y postre ($125 pesos si bien
recuerdo), completamos la orden con una jarra de Clericot. La Pizza (pedimos
Margarita) estuvo muy rica, delgada, doradita, generosa y lo demás estuvo
aceptable nada mas. Vi un par de cosas en el Menú (Salmon a la naranja, dorado) que de seguro me harán regresar
pronto. No me veo como asiduo del lugar pero si estoy seguro que volveré. Les
deseo la mejor de las suertes y que encuentren su lugar en esta competida
ciudad.
El lugar se
encuentra es Av. Patria ya cerca del periférico. Para mi Av. Patria es de
cierta manera una versión moderna de la Calzada Independencia (por aquello de
que divide dos mundos) ya que la mayoría
de las cosas que hay cruzándola, tienen menos de 15 años de existir y nunca me
he realmente acostumbrado a andar por allá, todo me parece nuevo, pequeño y
caotico. Nunca había escuchado del lugar (al parecer hay otro en Residencial
Victoria, y creo que lo conocí hace unos 8 años) y al parecer ya tiene 10 años
de existir según leí en el mantelito bajo mi plato. Acudí por un desayuno muy
tradicional (Huevos-Café-Fruta) con resultados muy satisfactorios, Angelica
pido un Omelette (no incluido en el cupón de $45 pesitos) que estaba “deliciosísimo”
según sus palabras. Pero de nuevo, el
local tiene algunos problemas. El trafico de Av. Guadalupe a esa altura no ofrece la mejor
vista, ni el mejor ambiente para un desayuno y el lugar es esencialmente una
terraza; si decides sentarte en alguna de las mesas interiores te encontraras
con un decorado mas bien tipo bar, como lobby de hotel con televisiones sintonizadas en deportes y
toda la cosa, la idea del lobby se refuerza con el hecho de que el local se
encuentra en la parte baja de un edificio de departamentos mas o menos
elegantillos. El lugar se ve bastante consolidado, y seguramente emitieron el
Groupon para darse a conocer con nuevo público. Tal vez regrese algún día si
nos juntamos a desayunar con Abril (que vive mas o menos por la zona).
Este fin de
semana a Tapalpa, será divertido ;)
miércoles, 15 de agosto de 2012
Había un regalo de cumpleaños que no era para mí en mi
escritorio, con la leyenda "Más vale tarde que nunca, feliz
cumpleaños". Creí que alguien había usado mi cubículo durante mi ausencia,
pero no, resulta que es un encargo para entregarlo a alguien que cumplió años
hace más de dos meses. Sin embargo uno no puede evitar que la mente vuele y
creer que en el fondo el regalo si era pa' mi.
martes, 14 de agosto de 2012
67
Que hoy cumple 67 años Wim Wenders. Paris-Texas fue
probablemente la primera película que me impresiono desde un punto de vista artístico
mas que de espectáculo, aun de vez en cuando vuelvo a ella y he tenido la
oportunidad de verla en cine (la peli es de 1984 y yo la vi como en 1991) dos
veces, ambas veces mis acompañantes parecen no haber entendido que es lo que le
veo, creo que ni yo lo se. Después con los años relaje mis ideas y me
reconcilie con el cine-espectáculo, diría Wilde “disculpen que no lo sepa todo,
pero es que no soy tan joven”.
Me siento un poco triste este día, no te mueras
Marizza, sigue celebrando tu vida.
jueves, 10 de diciembre de 2009
El mas difícil
Nunca había pensado que yo podía ser considerado una persona “difícil” para alguien, me considero de mente (demente) abierta y dispuesto hacer muchas cosas que no me gustan solo por hacer pasar un buen rato a alguien o porque “no me platiquen” de que va la cosa. Pero una cosa es decir “si yo soy bien buena onda” y otra realmente serlo.
Toda esta introducción justificadora es por que la noche de mañana estaremos viéndonos con un grupo de amigos en algún bar tapatío, para darnos los debidos buenos deseos y abrazos de la temporada. Inicialmente la cosa seria en Tapalpa, pero la Wera chambeadora reafirmo su posición de ser “la única variable independiente en mi ecuación de vida” y finalmente hizo saber que no podía garantizar su indispensable (indispensable por que el grupo de amigos, es más bien de amigas, de ella… y mías también, pero por adquisición) compañía en la sierra jalisciense esa mañana. Como plan B se decido que fuera en un Bar y a todos nos pareció buena idea, no lo mejor, pero si lo menos peor.
Y parece que después fue que empezó la preocupación (tampoco que hayan dejado de dormir o algo asi) del Comité Organizador de la Fiesta de Fin de Año (CORGAFIAN) acerca de mis “sofisticados” gustos, y prácticamente mandaron pedir mi aprobación-propuesta para la sede. Yo conteste con un predecible “yo que?, propongan lo que gusten yo voy a cualquier tipo de lugar”, y realmente lo pensé, me sentí satisfecho de ser tan buena gente tan pronto dije esas palabras…
Claro que mi definición de “cualquier tipo de lugar” es un bar feo, solitario, pero con alguna clase de encanto.
Ayer me entere que la sede es un Karaoke-80’s-Bar de esos que taaaaanto éxito han tenido en Guadalajara en los últimos años y en donde los chavos y los no tan chavos se deleitan cantando lo mejor del repertorio de joyas de nuestro show-bizz como Jose Jose, Daniela Romo, Lupita Dalesio o Amanda Miguel (aunque bueno, esa es Argentina si no me equivoco). Casi en automático solté un “Noooooooooooooooooo”, pero me detuvo mi imagen de gente franca abierta del norte dispuesta a hacer cualquier cosa. A la wera tampoco parece encantarle la idea, pero bueno, a los amigos hay que cuidarlos, no?
Cantar alguna de Chente Fernandez no suena tan mal después de todo…
viernes, 9 de octubre de 2009
La casa de la risa
Hay días en que al leer noticias uno no sabe si es en serio, el Nobel a Obama haría que Mafalda montara alguna protesta espectacular, si yo fuera el, ni lo aceptaba; aunque supongo que en estos casos los únicos sorprendidos somos nosotros. Seguir leyendo las noticias y encontrarme con que Playboy tiene en su portada a Marge Simspon en un intento desesperado por volver a vender revistas impresas como en los buenos tiempos y de paso ganarse a una nueva generación de clientes, pues me hace pensar si no estaré leyendo "El hocicon" (diario pobre pero honrado) o algún otro diario de Pelotihuelle.
No hace mucho escribía sobre el dengue, al que aun le sigo teniendo terror, lo que no me imagine es que una faringitis me postraría me haría visitar el hospital, durar acostado (en casa) casi tres días y encerrado prácticamente 10. Ver que a mi frasco de antibióticos solo le quedan un par de capsulas me da un gustazo enorme.
Depeche Mode vaya que valió la pena, aun enfermo, un set complaciente (con el publico) y un espectaculo de primer nivel, hace ya muchos añitos que nos hemos hecho compañía con la Musica de estos flacos (con excepción de Andrew Fletcher que cada dia se parece más a Benny Hill), así que tienen al menos una canción para cada una época de tu vida. Les quedo muy agradecido por la intimísima versión de "Home" que interpretaron, no me la esperaba.
viernes, 25 de septiembre de 2009
El Dengue! El Dengue! a donde esta el Dengue!
El dengue ha sido un acompañante fiel casi desde que llegue a Guadalajara; estaba apenas en la secundaria cuando empecé a escuchar las primeras campañas oficiales por la radio para tratar de combatirlo-prevenirlo. Había en mi secu un pobre chavo que tenia la desgracia de parecer salido de alguna de las pelis de “la venganza de los nerds” y que de remate tenia lo ojos un poco rasgados y unos lentes bifocales paso a ser “el mosco”, no entiendo bien por que, pero el apodo si me hacia sentido, a los pocos meses se convirtió en “el dengue”.
Y asi, prácticamente cada año escuchaba la campaña, y en más de una ocasión me entere que había causado estragos severos en zonas rurales; tristemente el centralismo de que tanto nos quejamos quienes no vivimos en el DF se repite a escala en las capitales de los estados: todo lo que pase fuera de la ciudad está muy lejano y es casi natural que el progreso llegue después a los poblados pequeños.
Peo toda excepción confirma la regla, este año miramos con sospecha como empezaron a fumigar nuestras colonias prácticamente todos los días (en la madrugada pa’ no causar alarma) y se repitió más o menos el mismo fenómeno que ocurrió con la crisis económica, se paso una buena parte del tiempo negándolo y aunque los números año contra año parecían mantener una tendencia inclusive menor que 2008, era preocupante ver como se elevaba una línea llamada Casos Probables . Para estos momentos ya no se ha podido ocultar, los números se han prácticamente quintuplicado respecto al año pasado, ya casi todos los tapatíos conocemos aunque sea 1 persona que se ha infectado (Yo he sabido ya de unos 7).
De nuevo, la ventaja de estar en la “gran ciudá” es que los servicios de asistencia están más a la mano. Hasta ahora su servidor y familia la hemos librado, ojala la cosa siga así.
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miércoles, 23 de septiembre de 2009
La peli que no vi
Ayer regrese relativamente temprano a mi casita, como a las 5:30. Tenía que hacer un par de llamadas a personas en Asia, así que decidí hacer una pausa y no trabajar de corridito hasta las 9-10 de la noche. Por si las dudas conecte mi compu en casa al llegar y después de media hora de relativamente poco que hacer decidí ponerme a zappear TV en lo que se hacía de día al otro lado del mundo. La película que me encontró realmente me estaba capturando (se llama “Once”) pero en eso una de las peores tormentas que recuerdo este año empezó y claro, la energía eléctrica no lo resistió, tenía la esperanza de que se restableciera rápido pero tomo más de hora y media; así que me puse a leer a la luz de las velas, finalmente cuando se restableció el servicio tuve mis dos llamadas a Malaysia, realmente necesito aplicarme mucho más para entenderme con estos chavos, se supone que ambos hablamos ingles pero su acento no me ayuda mucho, ignoro lo que piensen ellos del mío.
El resto de la noche pasó entre llamadas a la Wera que se quedo atoradísima en el tráfico, un baby shower al que nadie pudo llegar y el 2X1 de Dominós pizza mientras la energía iba y venía. Lo peor que me trajo la tormenta fue un ratón, que alcance a ver en el patio trasero, espero no volver a verlo, ahora estoy pensando en alguna estrategia para deshacerme de el sin poner en peligro a Bolo ¿alguna sugerencia?
Así que bueno, ya saben de un DVD que me pueden regalar en mi, cada vez mas cercano, cumpleaños.
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lunes, 10 de agosto de 2009
Obama
Pues que ya llego, finalmente el proyecto que quería hacer el gobierno de la ciudad con el changarro de la wera no se concreto; como era de esperarse, los detalles de la agenda del mandatario americano serian asunto de unos pocos y entre ellos el ninguneado gobierno de nuestro estado estaba en los últimos lugares.
No he visto mucho de cómo la ciudad se ha maquillado para recibirlo; ayer la wera tuvo prácticamente que pedir permiso ya que su negocio está a un par de cuadras de donde se hospedo. Es chocante ver las medidas que se toman cuando tenemos visitas de este calibre, y no tanto que las medidas molesten por sí mismas, pero uno no puede evitar preguntarse por qué no se arregla así la ciudad y se refuerza la seguridad más seguido. Recuerdo hace 5 años, cuando aquella tristemente célebre cumbre de las Américas, “surgió” un parque de la nada a un par de cuadras de mi casa.
La influencia del señor es tan larga como aquel "popote" chupa petróleo en las costas Tamaulipecas De hecho esta mañana al llegar a la oficina los aburridos vigilantes de la empresa en que chambeo se han puesto en la puerta principal (la única que sirve en las mañanas) y nos han dotado de un collarcito para que llevemos nuestro gafete en el pecho y no en la cintura como casi todos nos acostumbramos, lo malo es aquel collar nuevo desprende un olor a petróleo medio intenso...
No he visto mucho de cómo la ciudad se ha maquillado para recibirlo; ayer la wera tuvo prácticamente que pedir permiso ya que su negocio está a un par de cuadras de donde se hospedo. Es chocante ver las medidas que se toman cuando tenemos visitas de este calibre, y no tanto que las medidas molesten por sí mismas, pero uno no puede evitar preguntarse por qué no se arregla así la ciudad y se refuerza la seguridad más seguido. Recuerdo hace 5 años, cuando aquella tristemente célebre cumbre de las Américas, “surgió” un parque de la nada a un par de cuadras de mi casa.
La influencia del señor es tan larga como aquel "popote" chupa petróleo en las costas Tamaulipecas De hecho esta mañana al llegar a la oficina los aburridos vigilantes de la empresa en que chambeo se han puesto en la puerta principal (la única que sirve en las mañanas) y nos han dotado de un collarcito para que llevemos nuestro gafete en el pecho y no en la cintura como casi todos nos acostumbramos, lo malo es aquel collar nuevo desprende un olor a petróleo medio intenso...
miércoles, 5 de agosto de 2009
Leve la Vida
Me gusta el nombre de mi blog, podría decir que es mi nombre favorito entre los blogs que tengo (los 44). Creo que tiene muchas interpretaciones, la que mas me gusta es que nada en la vida es realmente serio, aunque algunas cosas duelan o parecieran ser demasiado importantes pues, como diría Calvin (el de Hobbes), en un contexto cósmico no significan realmente nada.
Por eso me gusto la peli que vi el sábado pasado, aunque debo reconocer que al carecer de una trama central que enganche, en algún momento, muy a pesar de sus esfuerzos, se llega a sentir medio ladrillona. A Mike Leigh le dio un ataque de felizologia y nos receta una peli de una chava que parece no inmutarse con nada y seguir siempre de buen humor y con risa natural, uno se lo cree a la actriz, el personaje no es un zombie consumidor de secretos y demás literatura hija de Og Mandino, tampoco esta interesada en convencer a los demas de lo feliz que es o, peor aun, no trata de convencerlos de que ellos estan equivocados; al parecer es solo alguien que decide ser feliz, lo cual tampoco quiere decir que se volverá ciega o insensible o pendeja ante lo que pasa a su alrededor, es consecuente de sus actos, sabe lo que esta mal y trabaja para corregirlo. A pesar de mil razones para amargarse decide ser feliz, así de fácil.
Varios personajes, estereotipo también, completan la peli para poder darnos una perspectiva, desde el amargado-gritón-violento-victimadelmundo hasta la pareja que ha comprado la idea actual de felicidad (trabajar como burro para pagar el mejor modelo de refrigerador en abonos facilitos).
Echenle un ojo si les late, si no esperen a que la pasen en TV.
Happy Go Lucky
Por eso me gusto la peli que vi el sábado pasado, aunque debo reconocer que al carecer de una trama central que enganche, en algún momento, muy a pesar de sus esfuerzos, se llega a sentir medio ladrillona. A Mike Leigh le dio un ataque de felizologia y nos receta una peli de una chava que parece no inmutarse con nada y seguir siempre de buen humor y con risa natural, uno se lo cree a la actriz, el personaje no es un zombie consumidor de secretos y demás literatura hija de Og Mandino, tampoco esta interesada en convencer a los demas de lo feliz que es o, peor aun, no trata de convencerlos de que ellos estan equivocados; al parecer es solo alguien que decide ser feliz, lo cual tampoco quiere decir que se volverá ciega o insensible o pendeja ante lo que pasa a su alrededor, es consecuente de sus actos, sabe lo que esta mal y trabaja para corregirlo. A pesar de mil razones para amargarse decide ser feliz, así de fácil.
Varios personajes, estereotipo también, completan la peli para poder darnos una perspectiva, desde el amargado-gritón-violento-victimadelmundo hasta la pareja que ha comprado la idea actual de felicidad (trabajar como burro para pagar el mejor modelo de refrigerador en abonos facilitos).
Echenle un ojo si les late, si no esperen a que la pasen en TV.
Happy Go Lucky
jueves, 23 de julio de 2009
Perro Perdido
Ya no podemos/debemos estar tristes, como decia Harrison, all things must pass...
A falta de algo divertido que pueda venir a mi cabeza hoy, los dejo con el cuento de Perros de Alejandro Aura, un grande que se nos fue hace poco:
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Un señor pierde su perro. Está bien, cualquier señor cualquier día pierde su perro. Hay muchos señores que pierden su perro. O no. Pero éste es un señor que pierde su perro un día. Como cualquiera, digamos. Por decir algo: pierde su perro por angas o por mangas. Lo pierde porque se sale a la calle y entonces ya deja de tener perro porque los perros se pierden. No es que los perros se pierdan de por sí, porque tienen un olfato y unas patas que los guían, pero digamos que los perros se pierden cuando el olfato o las patas dejan de guiarlos. O cuando se pierden. Hay perros que se pierden.
Por decir algo: deja de estar en la casa. Y entonces el perro se da por perdido. Pero como es el perro de la casa su pérdida acarrea dolor. Trae una sensación como de que el perro se ha perdido; el que hacía tales y tales cosas, el que lo recibía a uno, el que ladraba, el que babeaba de tal modo. En fin, el perro. Pero deja de estar en la casa en cuanto se pierde, en cuanto uno se da cuenta de que no está. ¿Y el perro? No, pues se perdió. Cómo que se perdió. Sí, pues no está. Pero cómo que no está. No, no está. Se perdió.
Sin perro no se puede estar. O bueno, no se puede estar bien sin ese perro. Porque es el perro de la casa y se ha perdido. Cada uno de los de la casa tiene una idea del perro. Lo trata de alguna manera, lo quiere, le estorba. Y ya no hay perro que tratar ni perro que querer ni perro que le estorbe a uno. Ni perro que le ladre. Es que el perro se ha perdido. Algunas veces, sin embargo, los perros se pierden. Digamos que los perros tienen esa característica. Además de que uno los quiere, le estorban o los trata, los perros se pierden.
Y si el perro se pierde ya no hay perro. Hay muchos otros perros, pero ya no hay perro. Y muchos otros perros no son ningún perro. De modo que si el perro se pierde deja de haber perro. Oh, bueno, qué importan todos los perros. Importa el perro y si el perro se va... o, como decir, si el perro se pierde, queda un hueco. El hueco que el perro ocupaba. O no, no el hueco sino el lugar, el espacio, el tiempo que el perro ocupaba. El espacio, el tiempo, el lugarcito que el perro ocupaba.
Un señor ha perdido su perro. Por angas o por mangas ese señor está ya sin su perro. Pero no es ese señor solo, sino su mujer, sus hijos y su casa. O sea que todos han perdido su perro. Claro que el señor siente que ha perdido su perro, pero cada uno de los demás de la casa siente que ha perdido su perro. Y la casa misma siente que ha perdido su perro. Es decir, siente que ya no está. Punto.
Cada uno de los hijos siente, por su parte, que ha perdido su perro. Y la señora siente también, a su modo, que ha perdido su perro. No sólo el señor ha perdido su perro sino que el perro de todos se ha perdido. Y el perro de la casa, en general, se ha perdido.
Pero, cómo que se ha perdido. Pues sí, ya no está. Estaba la puerta abierta y el perro se fue. O alguien se lo llevó, o lo que sea pero el caso es que el perro ya no está y antes sí. Estaba allí, como un perro. Naturalmente. Como cualquier perro de cualquier casa. Su quehacer era estar allí y ladrar, dar con la cola, comerse todo lo que le quedaba cerca del hocico, hacerse el notorio, hacerse el disimulado. En fin: un perro. Pero ya no está. Se perdió el perro de todos, el perro de la casa.
Y la casa está idéntica, en el mismo lugar, con la misma gente, con las paredes del mismo alto, pero sin perro.
Carajo, no está el perro, dónde está, quién dejó la puerta abierta, qué no ven que se pudo haber salido. Y no está acostumbrado a andar solo por la calle. Dónde está el perro. Demonios, dónde está el perro. Quién carajos dejó la puerta abierta.
El caso es que el perro ya no está. Y el señor piensa, siente, que ha perdido su perro. Y cada uno de los demás que viven en la casa siente, sabe, que ha perdido su perro. El perro que tenían entre todos. El que era el perro de la casa. No su íntimo perro, sino su perro. El perro de cada uno de los de la casa. Qué lata.
¿Se pierden los perros? ¿Los perros son para perderse? A ver, veamos: el perro se salió. Estaba abierta la puerta. Si se salió se pudo haber perdido, o se pudo haber ido a alguna otra casa, o a alguna parte. Vamos a ver si se metió en alguna casa. Vamos a ver si anda por ahí. Si no, va a volver cuando le dé hambre. Lo mejor que le puede ocurrir a un perro perdido es que le dé hambre y vuelva a donde come. Ya está, no hay por qué preocuparse: cuando le dé hambre va a volver.
Chst, chst, chst, perro. Todos los que perdieron al perro van por las calles aledañas chistándole al perro. Al cabo va a volver. En cuanto le dé hambre va a volver. Chst, chst, perro, perrito. La casa es la única que no le puede chistar, pero está allí, sólida, es¬perando al perro. Espera y espera. Al cabo va a volver. Pero no vuelve.
Es decir, que el señor ha perdido su perro y su mujer del señor ha perdido su perro, y por consiguiente, sus hijos también perdieron su perro. No se diga la casa, que, aunque no diga, está desconcertada sin el perro. Porque todo está igual, no pasa nada, sólo que falta el perro. Es decir, que un señor ha perdido su perro. ¡Puta madre, tan buen perro!
Habiendo tantos perros, es lo de menos perder uno, piensa el señor, pero no se conforma. Sí es cierto que hay muchos perros, pero un perro es un perro. No es como un hijo: es un perro. Pero cómo se salió, quién dejó abierta la puerta, carajo, ¿qué no ven que se pudo haber salido el perro?
Pero un perro solo bien puede ir por las calles. Sortear los coches, hasta cierto punto. Digamos que hasta donde los coches pueden ser sorteados por un perro que no está acostumbrado a andar solo por las calles. O sí, aunque esté acostumbrado, hasta cierto punto. Es decir, que bien pudo haber sido atropellado por un coche en cualquier calle. Todos piensan, aunque no lo digan, que bien pudo ser atropellado por algún coche en alguna calle. Como decir: entonces el perro de la casa ya no va a volver, porque si ha sido atropellado por un coche, lo más seguro es que ya no vaya a volver. Ni siquiera rengo. Cualquiera piensa (señora, hijos, señor, casa) que bien puede no volver ya nunca si algo tan horrible le ha pasado. Y ese accidente les pasa con frecuencia a los perros en la calle. No es cosa del otro mundo. Lo pudo haber sido golpe muerto apachurrado tripas atropellado un coche y sanseacabó. Entonces no va a volver. Si le ha ocurrido un accidente.
Chst, chst, perro, perrito nuestro, perro. Bueno, puede no volver y entonces ya. Pero no es un perro que uno diga, bueno, si no vuelve, que no vuelva y ya. Porque no es un perro chico. El perro que se perdió del señor es un gran perro. Es decir, es un perro grande. Y es, además, el perro. Grande o chico, es el perro. Atropellado o perdido, o metido en cualquier otra casa, es el perro de uno y uno no tiene por qué aceptar que se le pierda su perro. Así nomás. Porque alguien dejó la puerta abierta, a lo baboso. Pero qué descuido, carajo, quién dejó la puerta abierta. ¿Y no vieron si alguien se lo llevó? Estaba tan grande y era tan buen perro que alguien se lo pudo haber llevado.
Aunque pasen días y días, uno piensa siempre que el perro va a volver. En cuanto le dé hambre. Sin embargo el argumento va perdiendo brillo. Ya le debe haber dado hambre y no ha vuelto. Demonio de perro. No ha vuelto. Ni aunque le haya dado ya hambre. A lo mejor lo atropelló un coche.
Cada quién ha de pensar algo parecido, pero nadie habla de eso. A lo mejor lo atropelló un coche, porque no sabía andar solo por la calle. Pero quién va a hablar de eso. El perro es un perro grande, bonito, fino; no muy educado, pero fino. Y grande, como para que cualquier coche que quisiera atropellarlo lo viera a tiempo de enfrenar. A menos que quisiera atropellarlo. Pero quién va a querer atropellar a un perro tan fino. No, en cuanto le dé hambre va a volver. Pero ya le debe haber dado hambre muchas veces. ¿Qué hace un perro fino cuando —y grande— le da hambre muchas veces? Volver. Hace volver. Pero no ha vuelto.
A lo mejor un señor de un coche que lo iba a atropellar y no quiso, se detuvo, se bajó del coche, sacó un mecate y trató —¡coño, qué perro tan grande, y tan fino!— de meterlo a su coche para llevárselo a su casa. Aunque fuera el perro de otra casa. A veces algunos ambicionan los perros de otras casas. Y más si el perro se salió de la casa, que está demudada, porque estaba la puerta abierta, y el señor estaba a punto de atropellarlo. Y claro que el señor del coche no sabe de dónde es ese perro. Ni sabe que un señor ha perdido su perro. Y no sólo un señor sino una señora y unos hijos, más la casa, que también lo ha perdido. Y trata de meterlo a su coche pero el perro se resiste, no le gusta el mecate. O no le gusta el señor. O no le gusta el coche. O el olor. Porque los perros se fijan en eso. El olor hace que el perro vuelva. Si es que vuelve. El olor y las patas, pues. El olor hace al perro.
Y en eso va pasando otro señor en otro coche que no tiene ni siquiera la intención, ni la posibilidad, de atropellar al perro, porque un señor de un coche lo está jalando con un mecate para meterlo en su coche. Oiga, señor, por qué jala a ese perro.
Pero este nuevo señor no es el del perro. Él no ha perdido ningún perro. O no ahora. Sino que le gustan los perros y siente algo raro. Cómo que lo está jalando con un mecate para meterlo en su coche. No ha de ser su perro. Porque si fuera, no tendría que jalarlo. Oiga, señor, por qué jala a ese perro. No es que le importe, sino que es un perro grande y fino al que un señor de un coche está jalando con un mecate para meterlo en su vehículo. Y el perro sí sabe que ese señor no es el señor de ese perro, ni trae a la señora ni a los niños, ya no digamos la casa de ese perro. Entonces, por qué lo jala con un mecate. Oiga, señor, por qué jala a ese perro grande y fi...
El señor del coche que no atropelló al perro pero lo está jalando con un mecate se sube a su coche y se va. Carajo, no debe haber sido su dueño, piensa el nuevo señor del otro coche. Qué dilema. Chst, chst, perrito, le dice, o le diría, o le habrá dicho, ve tú a saber, y el perro que ya perdió a su dueño y su casa y la señora y los niños y la perra memoria con el susto, se sube al coche del otro señor recién aparecido. Demonios, qué perros éstos. Y se va con el señor del otro coche. Qué predicamento. Los perros no tienen buena memoria. O, digamos, en ciertas circunstancias no les importa la memoria. O, lo que importa, en el caso de los perros perdidos, no es la memoria.
El caso es que el perro que perdió un señor (y, claro, una señora, unos niños, un plato, un jardín, una casa), acaba de subirse al coche de otro señor que no es el suyo y que tampoco tuvo la posibilidad de atropellarlo. Qué enredo.
Mientras tanto el señor, la señora y los niños y la casa y el plato que perdieron un perro están inconsolables. Por qué no usan teléfono los perros, coño. Cómo no pueden decir dónde andan si se pierden. Para qué se salen de la casa los perros de uno si no tienen recursos para decir de dónde son. Qué lata. El perro no aparece. Siquiera le hubiéramos puesto una medalla con sus datos. De modo que fuera un perro con una medalla de identificación. Hay perros así. Cómo, si abrimos la puerta, no le hemos puesto nunca una medalla de identificación al perro. Qué torpeza. Una medalla con la dirección y el teléfono. Y su nombre. Para que si se quedan con él sepan cómo se llama y no le anden diciendo chst, chst, perro, perro.
Pero el caso es que un señor ha perdido su perro. Y eso es lo que no está bien. No está bien que un señor pierda su perro. Por ningún motivo está bien. Siendo grande y fino, no está bien que ya no ladre, ni menee la cola así, ni enlode la ropa con la pata, ni lama la mano ni haga todas sus lecciones de perro. Carajo, dónde andará.
O adivinar si un señor que va pasando por una calle con su coche ve que otro señor, que está afuera de su coche, está tratando de meter un perro grande y fino en su coche con un mecate, le dice, oiga, señor, por qué jala a ese perro, y el señor del coche deslegitimado en ese instante, se sube a su vehículo y se va como si fuera un ladrón dejando al perro desamparado y asustado. Y jaloneado. Porque hay perros que no están acostumbrados a andar solos por la calle y cualquiera que les diga chst, chst, perrito, se los puede llevar. Siempre que no quieran jalarlos con un mecate.
Por lo tanto, el señor que no quiso, ni hubiera podido, atropellarlo, sino que le gustan los perros, le dice chst, chst, perrito, y el perro del señor que perdió su perro se sube al coche de otro señor que ni ha perdido su perro ni quería atropellar a ninguno ni sabe cuál es el señor, la señora, los niños, la casa y el plato que han perdido un perro. Qué odisea.
ero veamos: en una casa hay un señor al que le gustan los perros. Como hay muchos señores a los que les gustan los perros. No tiene nada de particular. Es un señor. Pero resulta que ese señor en particular se ha encontrado un perro. Cómo que te encontraste un perro. Pues sí, me encontré este perro. Se ve que es fino y es grande y es muy bonito. Ha de haber sido de alguien que lo perdió, porque éste es un perro fino. Alguien lo ha de haber perdido porque un señor de un coche que, por fortuna, no lo atropelló, lo estaba jalando con un mecate. Por qué jala usted al perro con un mecate, le iba a decir, pero el señor se subió a su coche y se fue y entonces el señor tiene ahora dos perros. Bueno, ahora tiene un perro y una perra, porque resulta que le encontró un perro al que otro señor de otro coche estaba jalando con un mecate y le dijo chst, chst, perro, perrito, perrito, y el perro se subió a su coche y se lo ha traído a su casa. Qué gusto pero qué contrariedad porque ahora tiene un perro y una perra, más una señora, unos hijos, una casa y un recipiente para darles de comer a dos perros. Uno que ya tenía, o más bien, una, y el que se encontró. Dos perros. Una casa con dos perros grandes y finos.
Cómo que te lo encontraste si es muy fino. Y muy grande. Sí, me lo encontré. Es como decir: estaba tirado y lo recogí y como no tenía dueño me lo traje a la casa. Quién será su dueño. Ha de tener un dueño. Ha de ser de algún señor que ha perdido su perro. Y a lo mejor el señor del perro tiene hijos y señora y casa, y ahora no tienen perro que les ladre. A lo mejor han perdido su perro. Qué contrariedad. Hay gente que pierde su perro. Por eso nunca hay que dejar la puerta abierta. Porque se salen y no pueden hablar por teléfono para decir estoy en tal o tal lugar, vengan por mí. Se pierden y ya: se perdieron. Uh, pues está muy grande y es muy fino. Y parece muy dócil, porque el señor nada más le dijo chst, chst, chiquito, y el perro se subió a su coche y por eso se lo trajo a su casa. Porque a dónde lo iba a llevar si los perros no dicen dónde viven y no dicen que un señor los perdió.
Lo de menos es que el perro se quede en la casa porque es de la misma raza que la perra de la casa y cuando la perra necesite reproducirse ya tiene perro que la ayude. Y qué perro. Un perro fino y dócil. Qué dócil es y qué fino. Y qué bonito. Se va a llamar Smith, porque es muy fino. No, mejor Maurice porque se ve que es un perro fino. Mejor hay que llamarlo Lobo. Chst, chst, Lobo, Lobo, ven. Pero el perro del señor que había perdido su perro no entiende ese nombre y no va. Chst. chst, Maurice, Maurice. Y no va. Smith, Smith, come in, come in. Y el perro va porque le están dando de comer a la perra y también le dan de comer al perro que un señor estaba jalando con un mecate, y así.
Pero, ¿pueden pasar muchos días sin que un perro perdido de una casa que tenía un señor, una señora, unos niños y un plato, se ponga triste? Está muy triste Lobo. Ven, Smith, no te pongas triste. Maurice, Maurice, por qué estás triste. Coño, cómo le haremos, el perro está triste. Ya tiene muchos días en la casa del señor que ya tenía perro —perra— pero cada día está más triste. Así los perros no pueden estar. Para qué los quiere uno así. So¬bre todo los perros que se pierden. Deberían traer una medalla al cuello con su nombre y su dirección. Porque si alguien los pierde los perros se ponen tristes. Qué caos.
¿Estará vacunado? ¿Este perro estará vacunado? Sí, tiene una medalla al cuello con la fecha de su vacuna. O sea, que sí está vacunado. No le puede dar rabia, ni moquillo. Así que era un perro al que vacunaron. ¿Te vacunaron, Smith? Maurice, Lobo, te vacunaron, ¿verdad? Habla, perrito, habla. ¿No vas a hablar? No, claro. Si hablaran no se perderían. Así es que en la medalla está el nombre de su veterinario. Con el teléfono y la dirección de su veterinario. Uf. Vamos a ver si el veterinario sabe de quién es este perro, porque está muy triste.
Mire, doctor: un mecate, sí, con un mecate. No, grande, y fino. Nosotros, Smith, pero no sabemos. Negro y muy dócil. En tales y tales calles. A lo mejor es de un señor que perdió su pe¬rro. Muy triste. Por eso, muy triste. Unos aullidos que parecen mugidos de vaca. Es decir, como de toro. Como quien dice, uno oye y parece un toro mugiendo. Nosotros, una perra de la misma raza. No, ella no. Es que un perro así. No, no puede andar sin que alguien diga qué bonito perro, me lo llevo a mi casa. Collar, sí, pero sólo con la medalla de la vacunación que dice que lo vacunaron contra la rabia (y de seguro contra el moquillo, ¿no? ¿Usted vacuna? Ah, porque nosotros también tenemos, y como está muy triste. Una tragedia. ¿Como de detectives? Ja, ja. Sí, como de detectives. Pues mis hijos. Y una señora. Nuestra perra tiene una señora y un señor, bueno, me tiene, y unos hijos y comprendemos. Casa y plato. Pero es que un señor afuera de su coche, un día, con un mecate, en tal y tal esquina. Perrito, chst, perrito. Se lo voy a agradecer mucho porque está muy triste.
Tantos perros tiene la clínica. Tantas vacunas. A ver qué perros finos hay por tal y tal calles. Qué perros, nosotros. Mire, debe de ser el perro de tal señor. Digamos: no sé, pero podría ser tal perro. Como decir, podría ser cualquier perro, pero a ver. Porque a veces se pierden. Tal número de teléfono, tal nombre.
¿Bueno? Que si aquí hay un señor que ha perdido un perro.
A falta de algo divertido que pueda venir a mi cabeza hoy, los dejo con el cuento de Perros de Alejandro Aura, un grande que se nos fue hace poco:
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Un señor pierde su perro. Está bien, cualquier señor cualquier día pierde su perro. Hay muchos señores que pierden su perro. O no. Pero éste es un señor que pierde su perro un día. Como cualquiera, digamos. Por decir algo: pierde su perro por angas o por mangas. Lo pierde porque se sale a la calle y entonces ya deja de tener perro porque los perros se pierden. No es que los perros se pierdan de por sí, porque tienen un olfato y unas patas que los guían, pero digamos que los perros se pierden cuando el olfato o las patas dejan de guiarlos. O cuando se pierden. Hay perros que se pierden.
Por decir algo: deja de estar en la casa. Y entonces el perro se da por perdido. Pero como es el perro de la casa su pérdida acarrea dolor. Trae una sensación como de que el perro se ha perdido; el que hacía tales y tales cosas, el que lo recibía a uno, el que ladraba, el que babeaba de tal modo. En fin, el perro. Pero deja de estar en la casa en cuanto se pierde, en cuanto uno se da cuenta de que no está. ¿Y el perro? No, pues se perdió. Cómo que se perdió. Sí, pues no está. Pero cómo que no está. No, no está. Se perdió.
Sin perro no se puede estar. O bueno, no se puede estar bien sin ese perro. Porque es el perro de la casa y se ha perdido. Cada uno de los de la casa tiene una idea del perro. Lo trata de alguna manera, lo quiere, le estorba. Y ya no hay perro que tratar ni perro que querer ni perro que le estorbe a uno. Ni perro que le ladre. Es que el perro se ha perdido. Algunas veces, sin embargo, los perros se pierden. Digamos que los perros tienen esa característica. Además de que uno los quiere, le estorban o los trata, los perros se pierden.
Y si el perro se pierde ya no hay perro. Hay muchos otros perros, pero ya no hay perro. Y muchos otros perros no son ningún perro. De modo que si el perro se pierde deja de haber perro. Oh, bueno, qué importan todos los perros. Importa el perro y si el perro se va... o, como decir, si el perro se pierde, queda un hueco. El hueco que el perro ocupaba. O no, no el hueco sino el lugar, el espacio, el tiempo que el perro ocupaba. El espacio, el tiempo, el lugarcito que el perro ocupaba.
Un señor ha perdido su perro. Por angas o por mangas ese señor está ya sin su perro. Pero no es ese señor solo, sino su mujer, sus hijos y su casa. O sea que todos han perdido su perro. Claro que el señor siente que ha perdido su perro, pero cada uno de los demás de la casa siente que ha perdido su perro. Y la casa misma siente que ha perdido su perro. Es decir, siente que ya no está. Punto.
Cada uno de los hijos siente, por su parte, que ha perdido su perro. Y la señora siente también, a su modo, que ha perdido su perro. No sólo el señor ha perdido su perro sino que el perro de todos se ha perdido. Y el perro de la casa, en general, se ha perdido.
Pero, cómo que se ha perdido. Pues sí, ya no está. Estaba la puerta abierta y el perro se fue. O alguien se lo llevó, o lo que sea pero el caso es que el perro ya no está y antes sí. Estaba allí, como un perro. Naturalmente. Como cualquier perro de cualquier casa. Su quehacer era estar allí y ladrar, dar con la cola, comerse todo lo que le quedaba cerca del hocico, hacerse el notorio, hacerse el disimulado. En fin: un perro. Pero ya no está. Se perdió el perro de todos, el perro de la casa.
Y la casa está idéntica, en el mismo lugar, con la misma gente, con las paredes del mismo alto, pero sin perro.
Carajo, no está el perro, dónde está, quién dejó la puerta abierta, qué no ven que se pudo haber salido. Y no está acostumbrado a andar solo por la calle. Dónde está el perro. Demonios, dónde está el perro. Quién carajos dejó la puerta abierta.
El caso es que el perro ya no está. Y el señor piensa, siente, que ha perdido su perro. Y cada uno de los demás que viven en la casa siente, sabe, que ha perdido su perro. El perro que tenían entre todos. El que era el perro de la casa. No su íntimo perro, sino su perro. El perro de cada uno de los de la casa. Qué lata.
¿Se pierden los perros? ¿Los perros son para perderse? A ver, veamos: el perro se salió. Estaba abierta la puerta. Si se salió se pudo haber perdido, o se pudo haber ido a alguna otra casa, o a alguna parte. Vamos a ver si se metió en alguna casa. Vamos a ver si anda por ahí. Si no, va a volver cuando le dé hambre. Lo mejor que le puede ocurrir a un perro perdido es que le dé hambre y vuelva a donde come. Ya está, no hay por qué preocuparse: cuando le dé hambre va a volver.
Chst, chst, chst, perro. Todos los que perdieron al perro van por las calles aledañas chistándole al perro. Al cabo va a volver. En cuanto le dé hambre va a volver. Chst, chst, perro, perrito. La casa es la única que no le puede chistar, pero está allí, sólida, es¬perando al perro. Espera y espera. Al cabo va a volver. Pero no vuelve.
Es decir, que el señor ha perdido su perro y su mujer del señor ha perdido su perro, y por consiguiente, sus hijos también perdieron su perro. No se diga la casa, que, aunque no diga, está desconcertada sin el perro. Porque todo está igual, no pasa nada, sólo que falta el perro. Es decir, que un señor ha perdido su perro. ¡Puta madre, tan buen perro!
Habiendo tantos perros, es lo de menos perder uno, piensa el señor, pero no se conforma. Sí es cierto que hay muchos perros, pero un perro es un perro. No es como un hijo: es un perro. Pero cómo se salió, quién dejó abierta la puerta, carajo, ¿qué no ven que se pudo haber salido el perro?
Pero un perro solo bien puede ir por las calles. Sortear los coches, hasta cierto punto. Digamos que hasta donde los coches pueden ser sorteados por un perro que no está acostumbrado a andar solo por las calles. O sí, aunque esté acostumbrado, hasta cierto punto. Es decir, que bien pudo haber sido atropellado por un coche en cualquier calle. Todos piensan, aunque no lo digan, que bien pudo ser atropellado por algún coche en alguna calle. Como decir: entonces el perro de la casa ya no va a volver, porque si ha sido atropellado por un coche, lo más seguro es que ya no vaya a volver. Ni siquiera rengo. Cualquiera piensa (señora, hijos, señor, casa) que bien puede no volver ya nunca si algo tan horrible le ha pasado. Y ese accidente les pasa con frecuencia a los perros en la calle. No es cosa del otro mundo. Lo pudo haber sido golpe muerto apachurrado tripas atropellado un coche y sanseacabó. Entonces no va a volver. Si le ha ocurrido un accidente.
Chst, chst, perro, perrito nuestro, perro. Bueno, puede no volver y entonces ya. Pero no es un perro que uno diga, bueno, si no vuelve, que no vuelva y ya. Porque no es un perro chico. El perro que se perdió del señor es un gran perro. Es decir, es un perro grande. Y es, además, el perro. Grande o chico, es el perro. Atropellado o perdido, o metido en cualquier otra casa, es el perro de uno y uno no tiene por qué aceptar que se le pierda su perro. Así nomás. Porque alguien dejó la puerta abierta, a lo baboso. Pero qué descuido, carajo, quién dejó la puerta abierta. ¿Y no vieron si alguien se lo llevó? Estaba tan grande y era tan buen perro que alguien se lo pudo haber llevado.
Aunque pasen días y días, uno piensa siempre que el perro va a volver. En cuanto le dé hambre. Sin embargo el argumento va perdiendo brillo. Ya le debe haber dado hambre y no ha vuelto. Demonio de perro. No ha vuelto. Ni aunque le haya dado ya hambre. A lo mejor lo atropelló un coche.
Cada quién ha de pensar algo parecido, pero nadie habla de eso. A lo mejor lo atropelló un coche, porque no sabía andar solo por la calle. Pero quién va a hablar de eso. El perro es un perro grande, bonito, fino; no muy educado, pero fino. Y grande, como para que cualquier coche que quisiera atropellarlo lo viera a tiempo de enfrenar. A menos que quisiera atropellarlo. Pero quién va a querer atropellar a un perro tan fino. No, en cuanto le dé hambre va a volver. Pero ya le debe haber dado hambre muchas veces. ¿Qué hace un perro fino cuando —y grande— le da hambre muchas veces? Volver. Hace volver. Pero no ha vuelto.
A lo mejor un señor de un coche que lo iba a atropellar y no quiso, se detuvo, se bajó del coche, sacó un mecate y trató —¡coño, qué perro tan grande, y tan fino!— de meterlo a su coche para llevárselo a su casa. Aunque fuera el perro de otra casa. A veces algunos ambicionan los perros de otras casas. Y más si el perro se salió de la casa, que está demudada, porque estaba la puerta abierta, y el señor estaba a punto de atropellarlo. Y claro que el señor del coche no sabe de dónde es ese perro. Ni sabe que un señor ha perdido su perro. Y no sólo un señor sino una señora y unos hijos, más la casa, que también lo ha perdido. Y trata de meterlo a su coche pero el perro se resiste, no le gusta el mecate. O no le gusta el señor. O no le gusta el coche. O el olor. Porque los perros se fijan en eso. El olor hace que el perro vuelva. Si es que vuelve. El olor y las patas, pues. El olor hace al perro.
Y en eso va pasando otro señor en otro coche que no tiene ni siquiera la intención, ni la posibilidad, de atropellar al perro, porque un señor de un coche lo está jalando con un mecate para meterlo en su coche. Oiga, señor, por qué jala a ese perro.
Pero este nuevo señor no es el del perro. Él no ha perdido ningún perro. O no ahora. Sino que le gustan los perros y siente algo raro. Cómo que lo está jalando con un mecate para meterlo en su coche. No ha de ser su perro. Porque si fuera, no tendría que jalarlo. Oiga, señor, por qué jala a ese perro. No es que le importe, sino que es un perro grande y fino al que un señor de un coche está jalando con un mecate para meterlo en su vehículo. Y el perro sí sabe que ese señor no es el señor de ese perro, ni trae a la señora ni a los niños, ya no digamos la casa de ese perro. Entonces, por qué lo jala con un mecate. Oiga, señor, por qué jala a ese perro grande y fi...
El señor del coche que no atropelló al perro pero lo está jalando con un mecate se sube a su coche y se va. Carajo, no debe haber sido su dueño, piensa el nuevo señor del otro coche. Qué dilema. Chst, chst, perrito, le dice, o le diría, o le habrá dicho, ve tú a saber, y el perro que ya perdió a su dueño y su casa y la señora y los niños y la perra memoria con el susto, se sube al coche del otro señor recién aparecido. Demonios, qué perros éstos. Y se va con el señor del otro coche. Qué predicamento. Los perros no tienen buena memoria. O, digamos, en ciertas circunstancias no les importa la memoria. O, lo que importa, en el caso de los perros perdidos, no es la memoria.
El caso es que el perro que perdió un señor (y, claro, una señora, unos niños, un plato, un jardín, una casa), acaba de subirse al coche de otro señor que no es el suyo y que tampoco tuvo la posibilidad de atropellarlo. Qué enredo.
Mientras tanto el señor, la señora y los niños y la casa y el plato que perdieron un perro están inconsolables. Por qué no usan teléfono los perros, coño. Cómo no pueden decir dónde andan si se pierden. Para qué se salen de la casa los perros de uno si no tienen recursos para decir de dónde son. Qué lata. El perro no aparece. Siquiera le hubiéramos puesto una medalla con sus datos. De modo que fuera un perro con una medalla de identificación. Hay perros así. Cómo, si abrimos la puerta, no le hemos puesto nunca una medalla de identificación al perro. Qué torpeza. Una medalla con la dirección y el teléfono. Y su nombre. Para que si se quedan con él sepan cómo se llama y no le anden diciendo chst, chst, perro, perro.
Pero el caso es que un señor ha perdido su perro. Y eso es lo que no está bien. No está bien que un señor pierda su perro. Por ningún motivo está bien. Siendo grande y fino, no está bien que ya no ladre, ni menee la cola así, ni enlode la ropa con la pata, ni lama la mano ni haga todas sus lecciones de perro. Carajo, dónde andará.
O adivinar si un señor que va pasando por una calle con su coche ve que otro señor, que está afuera de su coche, está tratando de meter un perro grande y fino en su coche con un mecate, le dice, oiga, señor, por qué jala a ese perro, y el señor del coche deslegitimado en ese instante, se sube a su vehículo y se va como si fuera un ladrón dejando al perro desamparado y asustado. Y jaloneado. Porque hay perros que no están acostumbrados a andar solos por la calle y cualquiera que les diga chst, chst, perrito, se los puede llevar. Siempre que no quieran jalarlos con un mecate.
Por lo tanto, el señor que no quiso, ni hubiera podido, atropellarlo, sino que le gustan los perros, le dice chst, chst, perrito, y el perro del señor que perdió su perro se sube al coche de otro señor que ni ha perdido su perro ni quería atropellar a ninguno ni sabe cuál es el señor, la señora, los niños, la casa y el plato que han perdido un perro. Qué odisea.
ero veamos: en una casa hay un señor al que le gustan los perros. Como hay muchos señores a los que les gustan los perros. No tiene nada de particular. Es un señor. Pero resulta que ese señor en particular se ha encontrado un perro. Cómo que te encontraste un perro. Pues sí, me encontré este perro. Se ve que es fino y es grande y es muy bonito. Ha de haber sido de alguien que lo perdió, porque éste es un perro fino. Alguien lo ha de haber perdido porque un señor de un coche que, por fortuna, no lo atropelló, lo estaba jalando con un mecate. Por qué jala usted al perro con un mecate, le iba a decir, pero el señor se subió a su coche y se fue y entonces el señor tiene ahora dos perros. Bueno, ahora tiene un perro y una perra, porque resulta que le encontró un perro al que otro señor de otro coche estaba jalando con un mecate y le dijo chst, chst, perro, perrito, perrito, y el perro se subió a su coche y se lo ha traído a su casa. Qué gusto pero qué contrariedad porque ahora tiene un perro y una perra, más una señora, unos hijos, una casa y un recipiente para darles de comer a dos perros. Uno que ya tenía, o más bien, una, y el que se encontró. Dos perros. Una casa con dos perros grandes y finos.
Cómo que te lo encontraste si es muy fino. Y muy grande. Sí, me lo encontré. Es como decir: estaba tirado y lo recogí y como no tenía dueño me lo traje a la casa. Quién será su dueño. Ha de tener un dueño. Ha de ser de algún señor que ha perdido su perro. Y a lo mejor el señor del perro tiene hijos y señora y casa, y ahora no tienen perro que les ladre. A lo mejor han perdido su perro. Qué contrariedad. Hay gente que pierde su perro. Por eso nunca hay que dejar la puerta abierta. Porque se salen y no pueden hablar por teléfono para decir estoy en tal o tal lugar, vengan por mí. Se pierden y ya: se perdieron. Uh, pues está muy grande y es muy fino. Y parece muy dócil, porque el señor nada más le dijo chst, chst, chiquito, y el perro se subió a su coche y por eso se lo trajo a su casa. Porque a dónde lo iba a llevar si los perros no dicen dónde viven y no dicen que un señor los perdió.
Lo de menos es que el perro se quede en la casa porque es de la misma raza que la perra de la casa y cuando la perra necesite reproducirse ya tiene perro que la ayude. Y qué perro. Un perro fino y dócil. Qué dócil es y qué fino. Y qué bonito. Se va a llamar Smith, porque es muy fino. No, mejor Maurice porque se ve que es un perro fino. Mejor hay que llamarlo Lobo. Chst, chst, Lobo, Lobo, ven. Pero el perro del señor que había perdido su perro no entiende ese nombre y no va. Chst. chst, Maurice, Maurice. Y no va. Smith, Smith, come in, come in. Y el perro va porque le están dando de comer a la perra y también le dan de comer al perro que un señor estaba jalando con un mecate, y así.
Pero, ¿pueden pasar muchos días sin que un perro perdido de una casa que tenía un señor, una señora, unos niños y un plato, se ponga triste? Está muy triste Lobo. Ven, Smith, no te pongas triste. Maurice, Maurice, por qué estás triste. Coño, cómo le haremos, el perro está triste. Ya tiene muchos días en la casa del señor que ya tenía perro —perra— pero cada día está más triste. Así los perros no pueden estar. Para qué los quiere uno así. So¬bre todo los perros que se pierden. Deberían traer una medalla al cuello con su nombre y su dirección. Porque si alguien los pierde los perros se ponen tristes. Qué caos.
¿Estará vacunado? ¿Este perro estará vacunado? Sí, tiene una medalla al cuello con la fecha de su vacuna. O sea, que sí está vacunado. No le puede dar rabia, ni moquillo. Así que era un perro al que vacunaron. ¿Te vacunaron, Smith? Maurice, Lobo, te vacunaron, ¿verdad? Habla, perrito, habla. ¿No vas a hablar? No, claro. Si hablaran no se perderían. Así es que en la medalla está el nombre de su veterinario. Con el teléfono y la dirección de su veterinario. Uf. Vamos a ver si el veterinario sabe de quién es este perro, porque está muy triste.
Mire, doctor: un mecate, sí, con un mecate. No, grande, y fino. Nosotros, Smith, pero no sabemos. Negro y muy dócil. En tales y tales calles. A lo mejor es de un señor que perdió su pe¬rro. Muy triste. Por eso, muy triste. Unos aullidos que parecen mugidos de vaca. Es decir, como de toro. Como quien dice, uno oye y parece un toro mugiendo. Nosotros, una perra de la misma raza. No, ella no. Es que un perro así. No, no puede andar sin que alguien diga qué bonito perro, me lo llevo a mi casa. Collar, sí, pero sólo con la medalla de la vacunación que dice que lo vacunaron contra la rabia (y de seguro contra el moquillo, ¿no? ¿Usted vacuna? Ah, porque nosotros también tenemos, y como está muy triste. Una tragedia. ¿Como de detectives? Ja, ja. Sí, como de detectives. Pues mis hijos. Y una señora. Nuestra perra tiene una señora y un señor, bueno, me tiene, y unos hijos y comprendemos. Casa y plato. Pero es que un señor afuera de su coche, un día, con un mecate, en tal y tal esquina. Perrito, chst, perrito. Se lo voy a agradecer mucho porque está muy triste.
Tantos perros tiene la clínica. Tantas vacunas. A ver qué perros finos hay por tal y tal calles. Qué perros, nosotros. Mire, debe de ser el perro de tal señor. Digamos: no sé, pero podría ser tal perro. Como decir, podría ser cualquier perro, pero a ver. Porque a veces se pierden. Tal número de teléfono, tal nombre.
¿Bueno? Que si aquí hay un señor que ha perdido un perro.
jueves, 16 de julio de 2009
Como empieza una cena en el restaurante de un amigo
-Bueno?
-Ah cabron, eres tu!
-Quiobo gordo, que milagro.
-Pos aqui huey, me equivoque de numero, estas junto a "Mariscos" en el directorio...
-Ja ja ja ja
-No querras traerme unos 10 kilos de Camaron?
-Ja ja ja ja ja
Etc....
-Ah cabron, eres tu!
-Quiobo gordo, que milagro.
-Pos aqui huey, me equivoque de numero, estas junto a "Mariscos" en el directorio...
-Ja ja ja ja
-No querras traerme unos 10 kilos de Camaron?
-Ja ja ja ja ja
Etc....
lunes, 22 de junio de 2009
Todos haciendo su parte
Con hoy ya van tres lunes seguidos que al llegar a mi oficina y revisar los mensaje de mi contestadora tengo uno de BBV (sip, el banco), que no es para mí (ni siquiera recuerdo el nombre) en el que escucho todo un rollo, memorizado y dicho de corridito, casi imposible de entender, acerca de un pago atrasado que crece y crece cada lunes.
Me da un poco de pendiente no poderle pasar el recado a nadie (por qué no lo conozco) pero por otro lado prefiero no evitarme una situación tan incómoda con alguien que si conozca. La parte que me intriga es como el empleado del banco aun escuchando el nombre en la contestadora se empeña en dejar un nuevo recordatorio cada lunes:
- Sera que cree que el deudor se cambio el nombre?
- Sera que mi nombre aparece como referencia el deudor y simplemente no he puesto atención al mensaje y si es alguien que conozco?
- Lo más seguro es que a la empleada le hayan proporcionado un numero falso (el mío) y a pesar de que el error/engaño es evidente, pues ella simplemente se limita a su deber de llamar y dejar un mensaje.
No me molesta mucho el asunto, molesto seria si llamaran a mi casa o mi cel a horas extrañas pero hasta ahora no deja de ser una anécdota extraña. La parte que si me deja pensar es el circulo vicioso en que estamos; alguien proporciono mal su teléfono, la persona llama y aunque el error es evidente decide seguir dejando un mensaje que no servirá de nada y, su servidor, tampoco hace nada por corregir el error...
Creo que cosas asi son las que hacen que se hunda un barco o se inicie una crisis...
Me da un poco de pendiente no poderle pasar el recado a nadie (por qué no lo conozco) pero por otro lado prefiero no evitarme una situación tan incómoda con alguien que si conozca. La parte que me intriga es como el empleado del banco aun escuchando el nombre en la contestadora se empeña en dejar un nuevo recordatorio cada lunes:
- Sera que cree que el deudor se cambio el nombre?
- Sera que mi nombre aparece como referencia el deudor y simplemente no he puesto atención al mensaje y si es alguien que conozco?
- Lo más seguro es que a la empleada le hayan proporcionado un numero falso (el mío) y a pesar de que el error/engaño es evidente, pues ella simplemente se limita a su deber de llamar y dejar un mensaje.
No me molesta mucho el asunto, molesto seria si llamaran a mi casa o mi cel a horas extrañas pero hasta ahora no deja de ser una anécdota extraña. La parte que si me deja pensar es el circulo vicioso en que estamos; alguien proporciono mal su teléfono, la persona llama y aunque el error es evidente decide seguir dejando un mensaje que no servirá de nada y, su servidor, tampoco hace nada por corregir el error...
Creo que cosas asi son las que hacen que se hunda un barco o se inicie una crisis...
jueves, 5 de marzo de 2009
Como ??
No soy un gran fan del telefono, nunca lo fui. Bueno tal vez de adolecente y un poco mas grande cuando uno noviaba por telefono. Pero salvo eso no soy de los que interrumpen una conversacion, o una buena pelicula, o un buen bisteck por atender el celular, años les tomo a mis mejores amigos disculparme y darse cuenta que siempre devolvere una llamada perdida o contestare un recado. Para mi es mas bien como un tomarecados y algo que uso en casos de "emergencia" como llamarle a mi mama cuando estoy en el super para ver si no le hace falta nada.
Ademas dado que la totalidad de mi equipo de trabajo somos "virtuales" pues paso horas y horas con un audifono puesto frente a un monitor durante la semana.
Es por eso (y por otras razones) que siempre que suena un telefono a horas extrañas voy a el con un poco de miedo, obviamente algunas d elas peores noticias que he recibido en mi vida han sido telefonicamente, desde cosas irremediables hasta asuntos que te sacan de la cama pensando como los resolveras.
El Domingo ocurrio lo que pense seria una de esas ocasiones cuando el telefono sono a las 7am y era un amigo que estaba inmovil en su casa viendo su cuenta de correo de la chamba (get a life!), la conversacion fue mas o menos asi.
- Eres tu L?
* Hola M, buenos dias, pues si, perdona la hora, una muy mala noticia,,,
- Shit... pues dime
* Acaba de llegar un correo de Recursos Humanos avisando que fallecio "el sensei"
("El sensei" es un Aleman-Gringo-Mexicano, director de la empresa donde chambeo, que fue un gran mentor para ambos y que aun de vez en vez saludamos, ambos tenemos un gran afecto por el.)
-NMMS! que habra pasado k! estas seguro???
(en ese momento ya estaba yo en mi escritorio casero revisando la cuenta de correo, mientras tanto L leia y releia la noticia)
Para cuando se dio cuenta que el correo en realidad decia que la empresa se solidarizaba con el "sensei" por la perdida de su padre yo nomas estaba esperando que el huey dijera algo, lo que sea, hagan de cuenta que nos pusieramos los dos como en aquellos anuncios de "Mentos".
*Perdon Mario, ya te levante, y en Domingo.
-No hay pex, me encanta eso de las madrugadas Dominicales, mañana te veo en Misa.
Hace recibi una visita de cortesia del buen L, con un vale de starbucks de 150 varos incluido, creo que lo invitare a el mismo a gastarnoslo.
Ademas dado que la totalidad de mi equipo de trabajo somos "virtuales" pues paso horas y horas con un audifono puesto frente a un monitor durante la semana.
Es por eso (y por otras razones) que siempre que suena un telefono a horas extrañas voy a el con un poco de miedo, obviamente algunas d elas peores noticias que he recibido en mi vida han sido telefonicamente, desde cosas irremediables hasta asuntos que te sacan de la cama pensando como los resolveras.
El Domingo ocurrio lo que pense seria una de esas ocasiones cuando el telefono sono a las 7am y era un amigo que estaba inmovil en su casa viendo su cuenta de correo de la chamba (get a life!), la conversacion fue mas o menos asi.
- Eres tu L?
* Hola M, buenos dias, pues si, perdona la hora, una muy mala noticia,,,
- Shit... pues dime
* Acaba de llegar un correo de Recursos Humanos avisando que fallecio "el sensei"
("El sensei" es un Aleman-Gringo-Mexicano, director de la empresa donde chambeo, que fue un gran mentor para ambos y que aun de vez en vez saludamos, ambos tenemos un gran afecto por el.)
-NMMS! que habra pasado k! estas seguro???
(en ese momento ya estaba yo en mi escritorio casero revisando la cuenta de correo, mientras tanto L leia y releia la noticia)
Para cuando se dio cuenta que el correo en realidad decia que la empresa se solidarizaba con el "sensei" por la perdida de su padre yo nomas estaba esperando que el huey dijera algo, lo que sea, hagan de cuenta que nos pusieramos los dos como en aquellos anuncios de "Mentos".
*Perdon Mario, ya te levante, y en Domingo.
-No hay pex, me encanta eso de las madrugadas Dominicales, mañana te veo en Misa.
Hace recibi una visita de cortesia del buen L, con un vale de starbucks de 150 varos incluido, creo que lo invitare a el mismo a gastarnoslo.
martes, 3 de marzo de 2009
Cada quien
Escena ocurrida anoche en el auto de uno de mis mejores amigos:
+ A ver Mario, dime, que opinas de esta cancion?
(Another day in paradise, Phil Collins)
- Pues honestamente me parece horrorosa.
+ Si verdad, bien dicen que Phil Collins es musica para secretarias malqueridas....
Y en eso entra a la conversacion la esposa de mi amigo:
* Pues yo, no soy ni secretaria, ni malquerida y esa cancion me gusta.
Despues empezo la conversacion, para suavizar un poco, sobre los discos/canciones de Phil Collins que valen la pena...
No cabe duda que callao uno se ve mas bonito. La verdad es que si bien tengo mis favoritos me considero de amplio citerio, lo cual me ha llevado a ser blanco de burlas por a veces defender cosas que si bien no me laten, pues me parecen respetables. Ayer me deje llevar :P
+ A ver Mario, dime, que opinas de esta cancion?
(Another day in paradise, Phil Collins)
- Pues honestamente me parece horrorosa.
+ Si verdad, bien dicen que Phil Collins es musica para secretarias malqueridas....
Y en eso entra a la conversacion la esposa de mi amigo:
* Pues yo, no soy ni secretaria, ni malquerida y esa cancion me gusta.
Despues empezo la conversacion, para suavizar un poco, sobre los discos/canciones de Phil Collins que valen la pena...
No cabe duda que callao uno se ve mas bonito. La verdad es que si bien tengo mis favoritos me considero de amplio citerio, lo cual me ha llevado a ser blanco de burlas por a veces defender cosas que si bien no me laten, pues me parecen respetables. Ayer me deje llevar :P
jueves, 22 de enero de 2009
Hooligan
Este año no vi tantos arboles navideños abandonados por las calles, o la crisis pego y no se vendieron tantos (pero que tal los cuernos de reno para auto??), o simplemente pos no los vi por que no estuve aqui en los dias posteriores inmediatos al fin Lupe-Reyes. Aun asi he visto algunos cuantos, y sigo sin entender como puede dejarse un desperdicio de tal tamaño abandonado en la mitad de un camellon o en cualquier esquina.
Pero yo tambien soy un caso. Resulta que la noche anterior al dia que sali de viaje (que fue muy dificil planear en lo personal ya que toda la planeacion fue enfocada en lo laboral), estabamos su principe cachanilla y la wera, tirando cosas que podrian echarse a perder en nuestra ausencia, y una de las ultimas fue precisamente el arbolito de navidad. Yo pense que no habria mayor problema dado que por años he acudido al mismo centro de acopio (en la unidad administrativa de las aguilas) y este esta abierto las 24 horas (tecnicamente les dejas abandonado el arbol cual si fuera el bebe Benjamin Button y al dia siguiente, cuando los empleados llegan, se encargan de el). Asi que eso hice, no me extraño tanto ver una pila de 6-7 arbolitos esperando ser atendidos, asi que, cual si fuera yo un miembro de Los Soprano despachando al ultimo traicionero, avente mi arbol hasta la parte mas alta de la pila y me marche a casa (pasaba de la medianoche) con la satisfaccion de quien termina de pintar una casa 3 dias antes de la fecha limite.
Me he enterado que este año no han puesto el centro de acopio, y de hecho la pila de arboles sigue ahi. La decencia dicta que vaya y recoja lo que hice pero algo me dice que simplemente no lo hare.... Y ahora me despierto a medianoche bañado en sudor y angustiado por mi pobre arbol de navidad abandonado.
Pensare seriamente en hacerme de uno artificial, podriamos llegar a tener una relacion duradera.
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buenas conciencias,
cualquier dia,
Guadalajara,
Notas Sueltas
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