Gracias a la chamba de la Wera puedo convivir un poco con chavos creativos (unos mas que otros); siempre les envidiare un poco el hacer algo nuevo, por muy wannabe que sea, pues se antoja mas eso, que enfrentarse a rutinas, sobre todo a un huey que, como su servidor, ha decidido la seguridad que proporciona una empresa en donde hay muy poco espacio (y tiempo) para la creatividad, por eso desahogo un poco esos impulsos con cosas como el podcast y ciertamente mucho lo vivo a traves de la wereja.
Otra cosa que inegablemente me divierte de esta ocasional convivencia es el ver los distintos estilos, desde chavos supercreativos que estan desaprovechados, hasta chavos no tan creativos que se sienten el Andy Warhol tapatio.
Uno de estos ejemplo los vi el martes pasado, en una instalacion que consistia en proyectar algunas imagenes sobre un tren en movimiento, en avenida Washington mas o menos a la altura de arcos. Se vio de todo, desde la inexperiencia al querer colocar unos andamios (para las bocinas, proyectores etc...) demasiado cerca de unas torres de alto voltaje (imaginense) hasta una señora molestisima por el evento que se haria frente a su casa y del cual no le avisaron (era tiernisimo verla caminando entre el mar de gente en busca de alguien con quien hablar para que bajaran el volumen). Si bien al evento acudieron unas 300 personas, pues todas eran mas o menos del mismo circulo de creativos y casi casi todos eran amigos...
No supe si reir o llorar (el artista lloro) cuando una chava que se la pasaba recibiendo felicitaciones desconecto un cable en el momento preciso en que el tren-pantalla se acercaba, perdiendo al menos 1 de los 4 valiosisimos minutos que duraria la esperada (y chafa) proyeccion.
Aun asi valio la pena...
Otra cosa que inegablemente me divierte de esta ocasional convivencia es el ver los distintos estilos, desde chavos supercreativos que estan desaprovechados, hasta chavos no tan creativos que se sienten el Andy Warhol tapatio.
Uno de estos ejemplo los vi el martes pasado, en una instalacion que consistia en proyectar algunas imagenes sobre un tren en movimiento, en avenida Washington mas o menos a la altura de arcos. Se vio de todo, desde la inexperiencia al querer colocar unos andamios (para las bocinas, proyectores etc...) demasiado cerca de unas torres de alto voltaje (imaginense) hasta una señora molestisima por el evento que se haria frente a su casa y del cual no le avisaron (era tiernisimo verla caminando entre el mar de gente en busca de alguien con quien hablar para que bajaran el volumen). Si bien al evento acudieron unas 300 personas, pues todas eran mas o menos del mismo circulo de creativos y casi casi todos eran amigos...
No supe si reir o llorar (el artista lloro) cuando una chava que se la pasaba recibiendo felicitaciones desconecto un cable en el momento preciso en que el tren-pantalla se acercaba, perdiendo al menos 1 de los 4 valiosisimos minutos que duraria la esperada (y chafa) proyeccion.
Aun asi valio la pena...
2 comentarios:
Chale, y nadie le hizo caso a la señora?
Que no exagere, o sea, vive enfrente de la pasada del tren...
Ojalá todos los "artistas" pudieran ser más humildes, pero es pedir peras al olmo. Un artista sin glamour es como un reloj sin manecillas.
Si, ademas era un evento formal, pusieron gradas, apagaron las luces de la zona, habia policias, bomberos, personal de la CFE... no quedaba mas que resignarse...
Tambien creo que no hay artista humilde, pero si hay unos que de tan fallidos resultan comicos...
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