Relampagos Michoacanos

Cronica veloz de un viaje veloz.

Debido a complicaciones con el fin de año fiscal americano (maldita la hora en que decidi que era buena idea reintegrarme al departamento de finanzas... no es cierto, si me gusta) tuve que postergar mi salida a Michoacan, el plan se recorrio de "levantarse y agarrar monte" a "tratar de llegar antes de que oscurezca". A nuestro Australiano acompañante el plan le parecio perfecto pues le daba tiempo de asistir a un juego de Rugby en el Tec (Juego de Rugby en Guadalajara, de lo que se entera uno!); el caso es que despues de una visita relampago a la oficina y de dejar a Taco en una veterinaria lejisisisimos estabamos abandonando el bungallow apenas a las 4 PM. Solamente salir de Guadalajara, con el trafico que se cargan los sabados por la tarde, nos tomo practicamente una hora. Todavia ni llegabamos a la zona de la central de autobuses y mis 3 acompañantes ya iban cabeceando de lo lindo. El camino es como es cualquier camino mexicano, en muy buen estado pero carisimo, llegamos rapido a Morelia cumpliendo nuestro objetivo a medias: aun no se metia el sol, pero el trafico en citadino era tan intenso que se nos fue otra valiosa hora, si a eso le suman que la wereja olvido el mapa del hotel que le habia impreso y encargado como si fuera un mapa del tesoro, pues ibamos a vuelta de rueda y con un muy ansioso chofer que se comia als uñas por saber si iba manejando por la direccion correcta, pa ponerle la cereza al paste, el hotel es nuevo en la ciudad y los taxistas a los que les preguntamos no lo conocian. Aun asi llegamos al primer (pero lentisimo) intento. Mi prisa por llegar ahi era cierto miedo a perder la reservacion y que queria dejar mi laptop de la chamba (si, seguiria chambeando) bien encadenada en la habitacion antes de agarrar monte pa Patzcuaro.

Salir del centro de Morelia fue otro logro de la revolucion, pero mucho mas leve que llegar. Del camino a Patzcuaro lo mas sobresaliente fue el fortisimo dispositivo de seguridad montado seguramente por los tristes eventos del ultimo grito de independencia. Habia ido varias veces a Patzcuaro, uno de mis momentos tops en la vida, es levantarme tempranisimo en algun hotel patzcuarense a comprar pan dulce con avena en los portales, pero jamas se me habia hecho visitiar en su dia grande, el de muertos. La experiencia no me gusto del todo, demasiada gente, demasiados villamelones que solo van en busca de donde pistear y acampar al mas puro estilo del Cervantino o de un grito de independencia en las piedrotas de Tapalpa. De hecho encontrar estacionamiento en Patzcuaro fue otro suplicio, una vez estacionado el auto, empezamos a movernos en Taxis (y en lancha, claro). Una cena rapida y abundante en Patzcuaro y despues tomamos camino a la isla donde las cosas estaban igual o peor, salimos en cuantro pudimos de ahi (o sea como en 4 horas) y retomamos el regreso a Morelia con visitas a un par de panteones donde finlamente pude ver lo que queria, la celebracion de los locales a sus seres queridos y partidos, esa parte me encanto.

De regreso a Morelia a las 5PM, yo tenia una conferencia telefonica a las 8:30, asi que no tome una gota de alcohol, y aun llegue a repasar mis notas (y mis numeros), todo en orden con la conferencia que termino casi a las 10, decidi ya irme de corridito a disfrutar de las calles de la hermosoa Morelia que siguen siendo un agasajo, desayunito el el Trico y uno de mis espressos favoritos en los cafes frente a la estatua de Cervantes. El regreso a las 5 PM si me pego, pues practicamente no habia dormido nada, cai como costal ese domingo, con un taco que venia todo cochambroso de haber jugado en arena :P

Me senti completamente recuperado como hasta el miercoles, pero valio la pena, el proximo año lo volvere a intentar, pero, o me voy a Tzintzuntzan o me quedo en Morelia.

(hartas fotos hartas en mi Flickr que es como suyo)