sábado, 8 de noviembre de 2008

Customer Service

Dicen que los mexicanos nos distinguimos por nuestra hospitalidad y amabilidad, yo pienso que "mangos!". Si bien es cierto que muchos de nosotros cuando conocemos un extranjero lo llevamos a casa a que se tome un Tequila y le mostramos nuestra "ciudá", solo falta quererse cambiar de carril en Av Lopez Mateos a las 2 de la tarde o ser el primero en la la fila que espera un siga para ver nuestra verdadera cara.


En Patzcuaro fui testigo de algo que no supe si reir o llorar, ocurrio mientras cenabamos en un tianguis de comida (algo asi como una version antigua de un Food Court) donde dada la carga de chamba (atascado de turistas)  solo estaban sirviendo un platillo:  un enorme plato que contenia: Como 6 enchiladas, la cuarta parte de un pollo, un chingo de papas fritas en cubitos, como medio kilo de leshuga, queso y crema a discrecion. Era una cosa colosal, apenas para comerse entre dos.

Light Dinner

Despues de ser maltratados un poco, costumbre muy mexicana en los restaurantes llenos, tomamos asiento y pedimos nuestros platos. A mi lado habia un grupo de chavos, algunos centroamericanos, algnos sudacas, que cometieron el error de pedir un plato cada quien; cuando vieron el mio (nuestro) quisieron enmendar y llamarona  la enojona señora, quien se nego por que "ya los habia pedido y se estaban haciendo". En un puesto en que habia mas gente parada esperando que la que estaba sentada consumiendo...

La cereza en el pastel llego cuando a uno de ellos le llevo una botella de refresco cerrada por que "no tenia destapador", todos soltamos la carcajada. Por cierto que descubri que no soy tan borracho (ya lo sabia) ni cargo con ese aditamento, ni domino mañas para poder quitar una corcholata con un encendedor, cuchillo o algo parecido...

Honestamente creo que lo que vi si es una muestra de la falta de vision que prevalece en muchos ambitos en nuestro pais. Tendemos solo a resolver el problema que tenemos en el momento (atender a un inusual flujo de clientes) sin ver el imapcto futuro de nuestras acciones...

En fin, una pequeñez que me dejo pensando y me hizo reir.

2 comentarios:

Ingrid dijo...

A mí es algo que me molesta mucho. El mal servicio, no sólo del empleado, sino también de los clientes. Y es un círculo vicioso :(

Pero bueno, yo tampoco sé abrir botellas con algo distinto y sí soy borracha, nomás q siempre tengo quien lo haga en mi lugar jeje.

Mario dijo...

Lo curioso es que de cierta manera pensamos que los indigenas o la gente de pueblo lo hagan por que, asi son. El jardinero que chambea en los depas donde vivo (un chavo huichol) tambien va y arregla el jardin de la casa donde chambea la wera, normalmente va 5 dias despues del dia que originalmente quedo de ir.